Conocido como higuera trepadora o enamorada del muro, el Ficus repens es una de las plantas trepadoras más populares del mundo, gracias a su extrema adaptabilidad. Endémica de Asia, destaca por sus hojas en forma de corazón, de color verde intenso, así como por su rápido crecimiento, lo que nos permite cubrir muros o decorar interiores de forma rápida y efectiva. En Amigos de la Jardinería hablaremos en detalle del Ficus repens en una ficha de planta completa y llena de detalles imprescindibles para cuidarla y entenderla, ¡acompáñanos!
Taxonomía del Ficus repens
Pertenece a la familia Moraceae, una de las más grandes y diversas del mundo, así como al género Ficus, que destaca por poseer distintas especies de árboles, arbustos o plantas trepadoras. Algunas de las especies más conocidas y populares del género Ficus son el Ficus carica (higuera común), el Ficus benjamina (Ficus de Bengala), el Ficus elastica (árbol del caucho), el Ficus lyrata (Ficus lira) o Ficus microcarpa (Ficus de hoja pequeña).
Veamos en detalle la taxonomía escalonada del Ficus repens:
- Reino: Plantae
- División: Magnoliophyta
- Clase: Magnoliopsida
- Orden: Rosales
- Familia: Moraceae
- Género: Ficus
- Especie: Ficus repens
Hábitat y distribución del Ficus repens
Esta planta trepadora se desarrolla en Asia, concretamente en zonas tropicales y subtropicales de China, Japón, Corea, Taiwán o Vietnam. No obstante, gracias a su facilidad adaptativa, hoy en día podemos encontrarla en prácticamente todo el mundo, como Europa, América, Australia…
Los ecosistemas más favorables son aquellos que le ofrecen temperaturas moderadas, con ligeras variaciones a lo largo del año, luz variable y una humedad relativa alta, ya sea mediante precipitaciones regulares o niebla.
De este modo, puede estar presente en bosques tropicales de temperaturas cálidas, humedad elevada y precipitaciones abundantes, aunque luz ligeramente filtrada. En este entorno podemos encontrarla junto a especies de Philodendron y Monstera. También está presente en selvas nubladas, es decir, zonas de alta montaña que le ofrecen una alta humedad y temperaturas más frescas, también con luz difusa. En este caso, es más frecuente que comparta hábitat con bromelias, helechos y orquídeas. Finalmente, podemos encontrarla cerca de arroyos y ríos, donde encuentra la humedad constante y sombra parcial, compartiendo territorio con bambúes, helechos y todo tipo de plantas acuáticas.
Actualmente se considera una especie invasora en Nueva Zelanda, Australia y Estados Unidos, donde su presencia puede desplazar plantas nativas y alterar el equilibrio de los ecosistemas.
Características del Ficus repens
Hablamos de una planta trepadora perenne, aunque también tiene hábitos rastreros y colgantes, que puede llegar a alcanzar los 4 metros de altitud y 2 metros de ancho si se le proporciona un soporte adecuado. En sus primeras etapas disfrutaremos de un tallo flexible y muy adaptable, que con el tiempo se volverá más leñoso, del que empezarán a brotar raíces aéreas. Las hojas, de forma ovalada, son relativamente pequeñas, midiendo alrededor de 2 centímetros de longitud, de color verde brillante. Algunas variedades variegadas presentan manchas blancas o crema.
Época de plantación del Ficus repens
El mejor momento para plantar un Ficus repens abarca desde la primavera hasta finales de verano, cuando las temperaturas son cálidas, aunque en climas tropicales y subtropicales puede realizarse durante todo el año. Podemos plantar directamente en el suelo semillas, que tardarán alrededor de tres semanas en germinar, o esquejes, de al menos dos hojas de una planta saludable, que enraizarán en unas cinco semanas aproximadamente. En estas primeras etapas, proporcionaremos al ficus luz filtrada, un buen sustrato y un riego regular.
Cuidados del Ficus repens
Los cuidados de esta planta son relativamente sencillos, aún así, si queremos potenciar el estado de salud de la planta y un buen desarrollo, convendrá prestar atención a sus necesidades concretas. Veamos en detalle cómo cuidar un Ficus repens:
Ubicación del Ficus repens
Esta planta se ubicará preferiblemente en terraza o jardín, ya sea en maceta o directamente en el suelo. Buscaremos una zona bien iluminada, aunque preferiblemente de luz filtrada, evitando o moderando el sol directo, de esta forma evitaremos quemaduras en las hojas. La resguardaremos del viento, colocándola en un rincón o junto a la pared. En cuanto a la temperatura, debemos saber que esta planta prospera en climas de entre 18 y 24 ºC, no tolerando temperaturas inferiores a 10 ºC y superiores a 30 ºC. También es recomendable colocarla en un ambiento húmedo y espacioso.
Sustrato para Ficus repens
Aunque se puede adaptar a una mezcla común, un buen sustrato va a garantizar el correcto desarrollo del Ficus repens, por ello, será necesario apostar por un suelo que sea rico en materia orgánica, que garantice un buen drenado y que sea aireado, lo que permitirá un buen desarrollo de las raíces. Lo ideal es que este sustrato sea ligeramente ácido, en torno al 6.0 y 6.5.
La mezcla idónea de tipos de sustratos para el Ficus repens será de, aproximadamente, un 50% turba, 25% perlita y 25% humus de lombriz. Puede ser interesante airear el suelo cada 2 o 3 años y renovarlo, para aportar nutrientes, además de añadir arena gruesa para mejorar el drenaje si fuese necesario. Este último punto evitará la pudrición de las raíces.
Riego del Ficus repens
Esta planta demanda un riego regular, adaptado a la época del año, la temperatura y el tipo de sustrato. De forma general, en primavera y verano puede ser interesante regar cada 3 o 5 días, mientras que en invierno espaciaremos el riego a los 10 o 15 días aproximadamente. Regaremos cuando el suelo esté seco al tacto, evitando el encharcamiento.
Utilizaremos siempre agua a temperatura ambiente y podemos utilizar el modo pulverizador de la mangera para aumentar la humedad ambiental. Las señales que indican que la planta necesita agua serán: hojas marchitas, suelo seco al tacto y que la planta está caída. Por el contrario, las hojas amarillas, la pudrición de las raíces o el encharcamiento indican exceso de riego.
Abono y fertilizante para Ficus repens
El Ficus repens se beneficiará enormemente del uso de fertilizantes en época de desarrollo, es decir, en primavera y verano. Buscaremos un producto comercial, preferiblemente ecológico, de tipo equilibrado para este tipo de plantas y seguiremos las instrucciones del fabricante para evitar quemaduras y daños en la planta. Esto nos dará como resultado un crecimiento más rápido y vigoroso, hojas grandes y brillantes, así como resistencia a enfermedades y plagas.
Trasplante del Ficus repens
Si tenemos a nuestro Ficus repens en maceta pendiente de ser transplantado, debemos saber que lo ideal es realizar el trasplante a finales de primavera o principios de verano. También puede hacerse en otoño o invierno, no obstante, en estas épocas la planta puede ser más susceptible a enfermar. Apuesta por un sustato de calidad, como el que hemos mencionado, garantiza un buen soporte a la planta para que siga trepando y ofrécele un riego abundante una vez trasplantado.
Poda del Ficus repens
Esta planta no requiere una poda regular, aunque en algunos casos puede ser interesante si queremos controlar su crecimiento y darle una forma armónica. Podaremos antes de la época de crecimiento, antes de que la planta empiece a crecer activamente, es decir, a finales de invierno. ¿Qué podemos eliminar? Ramas muertas, enfermas y dañadas, aquellas que crecen en una dirección indeseada, ramas demasiado largas…
Cuidado: un exceso de poda puede provocar dificultades en el desarrollo de la planta, menor producción de hojas y hasta riesgo de aparición de plagas y enfermedades. Recueda utilizar herramientas de jardinería afiladas y desinfectadas, hacer los cortes en bisel (en diagonal) y podar en exceso. Fertilizar después de la poda puede ayudar a su recuperación.
Floración del Ficus repens
El Ficus repens suele florecer a finales de primavera o principios de verano. Las flores son pequeñas y discretas, de color verde o amarillo, sin valor ornamental. Se asocian con la buena suerte, la prosperidad y la longevidad.
Enfermedades y plagas de comunes del Ficus repens
A continuación repasaremos algunos de los síntomas más comunes que indican que un Ficus repens está enfermo y cómo debemos actuar:
- Pudrición de la raíz: causada por un exceso de riego o un suelo sin drenaje apropiado. Observaremos hojas amarillas y marchitas, crecimiento lento y pudrición de las raíces. Detendremos el riego en exterior o realizaremos un trasplante si está en maceta para revisar las raíces. Prestaremos atención al riego, adaptándolo según las necesidades de la planta. También puede ser interesante retirar partes de la planta podridas.
- Hongos y bacterias: generalmente causadas por un exceso de humedad o falta de ventilación. Se observarán manchas en las hojas y que éstas finalmente caen. Evitaremos mojar las hojas al regar y utilizaremso un fungicida de amplio espectro o específico si identificamos exactamente el hongo.
La planta de Ficus repens también puede verse afectada por algunas plagas, que pueden tratarse con insecticidas específicos:
- Cochinilla algodonosa: observaremos insectos pequeños de color blanco, que excretan una melaza pegajosa.
- Mosca blanca: nuevamente se trata de insectos pequeños de color blanco, que se alimentan de la planta y generalmente se encuentran en el envés, debilitándola.
- Araña roja: observaremos puntos amarillos en las hojas y telarañas muy pequeñas y finas en el envés. Suelen aparecer cuando el ambiente está muy seco, por lo que aumentar la humedad ambiental ayuda.
- Pulgón: en este caso nos encontramos ante insectos que pueden variar de color, pasando por el verde, amarillo o negro. Se alimentan de la salvia de la planta, por lo que los encontraremos en tallo y hojas.
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