De forma general, la poda ayuda a estimular la floración de las plantas, sin embargo, ¿ocurre lo mismo con las orquídeas? ¿Es necesario podar varas florales, raíces en mal estado o flores marchitas? En este artículo de Amigos de la jardinería hablaremos de estas plantas exóticas para que sepas cómo y cuándo podar orquídeas realmente, focalizando en varas florales, raíces y flores. ¡Sigue leyendo!
¿La poda de las orquídeas es una práctica necesaria?
Existen distintos tipos de orquídeas y cada una requiere cuidados concretos, de menor o mayor dificultadad. Sin embargo, la poda es uno de los aspectos en el que muchos profesionales y amantes de la jardinería difieren. Para empezar, es importante indicar que la poda no es un proceso imprescindible para la supervivencia de la planta, aunque sí puede contribuir a un aspecto saludable y a un mejor estado de salud, adeás de fomentar su capacidad para recibir agua y nutrientes.
¿Es recomendable cortar las varas florales sin flor o las hojas?
Las orquídeas son plantas que no requieren una poda regular y no producen nuevos brotes cuando se realiza esta práctica. De hecho, no es recomendable podar las varas florales verdes y saludables sin flor, ya que almacenan nutrientes necesarios para que la planta pueda producir nuevos brotes.
No obstante, cuando las varas florales están completamente secas y marchitas, flexibles al tacto, sí podemos eliminarlas para contribuir a un mejor aspecto de la planta. En estado silvestre, las orquídeas dejan caer las varas florales ya gastadas.
Del mismo modo, no se recomienda en absoluto cortar hojas saludables y verdes, tampoco las que presenten mal estado. Únicamente aconsejamos realizarlo cuando estén completamente blandas y se desprendan por sí mismas.
Eliminar las flores muertas de las orquídeas
Por otro lado, sí es aconsejable retirar las flores secas y marchitas de la orquídea, de esta forma reorientaremos los nutrientes hacia un nuevo crecimiento, fomentando una futura floración.
Cortar raíces podridas de las orquídeas
Cuando se realiza el trasplante de la orquídea es el momento idóneo para proporcionar un nuevo sustrato además de inspeccionar las raíces en busca de daños para eliminar las zonas afectadas. Unas raíces sanas deben ser algo rígidas, aunque un poco flexibles, de color verde, amarillo o blanco. Dependiendo de la especie serán más finas o gruesas.
Antes de realizar el trasplante y cortar las raíces, será imprescindible regar bien la planta. Esto ayudará a dar más flexibilidad y a retirar el sustrato antiguo. Desecharemos todo el sustrato antiguo y «peinaremos» las raíces de forma suave con la yema de los dedos.
Inspeccionaremos la planta en busca de raíces podridas, que tienen un aspecto mucho más oscuro que el tejido sano. También suelen ser de textura banda y se desprenden al manipularlas. Cortaremos las raíces que presentan prodedumbre, sin dejar ningún tejido adherido, ya que no se puede recuperar y puede infectar a otros tejidos.
Con la ayuda de una tijera afilada y bien desinfectada, eliminaremos el tejido de la raíz. Recuerda que las orquídeas son muy sensibles a la manipulación, por lo que debemos ser muy delicados durante todo el proceso. Al finalizar, aplicaremos un antifúgico en spray. Después renovaremos el sustrato y colocaremos la planta en una maceta limpia y desinfectada.
¡Por un mundo más verde!
¡Ahora ya sabes cómo y cuándo podar tus orquídeas! ¡Cuéntanos tu experiencia y comparte tus propios trucos en los comentarios! Además, no te pierdas ni una actualización. Síguenos en Instagram, Facebook, Tik Tok y Pinterest para más consejos y contenido exclusivo.