Al igual que muchas otras plantas, los cactus siempre buscan la luz solar, lo que puede hacer que se inclinen o se tuerzan. Esto no solo afecta su apariencia, sino que, en casos extremos, puede poner en riesgo la salud de la planta. Si quieres aprender cómo enderezar un cactus correctamente, en Amigos de la Jardinería te ofrecemos los consejos necesarios para elegir la mejor técnica y corregir el crecimiento de un cactus torcido. También te explicaremos las causas más comunes detrás de este problema, ya que a menudo hay factores que lo desencadenan.

Los cactus, a diferencia de otras plantas, requieren un poco más de cuidado a la hora de manipularlos. Es esencial utilizar guantes para evitar pinchazos o heridas. Además, es importante considerar la forma natural que debería tener el cactus, ya que algunas especies crecen de manera torcida o a ras del suelo de forma normal.

¿Por qué se doblan los cactus?

Como mencionamos antes, los cactus tienen una fuerte tendencia a inclinarse en dirección a la luz solar, lo que puede llevar a un crecimiento desviado si no reciben la luz adecuada de manera uniforme. Es fundamental saber que un cactus torcido puede volverse irrecuperable si no se actúa a tiempo. Cuanto más tiempo pase sin corregir su forma, más difícil será debido a la dureza de su cuerpo. Otro problema que puede aparecer es que el cactus crezca de manera irregular, con partes más delgadas. Esto también es un síntoma de falta de luz solar, y es una señal clara de que el cactus necesita una ubicación más soleada para prosperar.

¿Qué hacer si mi cactus se ha doblado?

Lo primero que debes hacer es verificar si otras plantas están bloqueando la luz que necesita tu cactus. Si es así, mueve el cactus a una ubicación donde no tenga competencia por la luz, preferiblemente en un sitio donde reciba suficiente claridad o luz solar directa. Si es necesario, trasplántalo. También es recomendable girar la maceta regularmente para asegurarte de que la planta crezca de manera recta y equilibrada.

La dificultad para enderezar un cactus dependerá de su edad. En el caso de cactus jóvenes, la solución es relativamente sencilla: coloca un tutor adecuado para su tamaño, asegurándote de que esté firmemente colocado y paralelo al cactus. Ata el cactus al tutor con una cinta suave o cuerda, pero sin apretarlo demasiado, ya que esto podría dañar la planta.

Debes estar atento al crecimiento del cactus. A medida que el cactus aumenta de grosor, es fundamental aflojar la sujeción para evitar que el material utilizado lo estrangule o quede incrustado en su tejido.

Si el cactus es más antiguo o lleva muchos años torcido, el proceso de corrección será más lento. Deberás ajustar el tutor gradualmente a medida que el cactus va cambiando su forma, moviéndolo poco a poco para evitar forzar su estructura.

En casos extremos, una solución más drástica es cortar la parte superior del cactus si esta es recta, y plantarla de nuevo en el suelo. Generalmente, el cactus echará raíces, dándote la oportunidad de tener un nuevo cactus con un crecimiento más equilibrado. Sin embargo, debes tener en cuenta que este método requiere paciencia, ya que los cactus tardan años en crecer y alcanzar su tamaño original.

¿Cómo cortar un cactus enfermo?

Si tu cactus presenta signos de enfermedad, como zonas blandas, manchas oscuras, podredumbre o partes secas y arrugadas, es importante actuar rápidamente para evitar que la infección se extienda a otras partes de la planta. Cortar las áreas afectadas puede salvar la vida del cactus y evitar la propagación de hongos, bacterias o plagas. Sigue este paso a paso:

  1. Identificar las áreas afectadas: examina el cactus en busca de secciones enfermas. Las zonas blandas, negras o marrones suelen indicar infecciones, mientras que el color amarillento o blanquecino puede ser señal de plagas o quemaduras solares.
  2. Usa herramientas limpias y afiladas: antes de cortar, asegúrate de utilizar tijeras de podar o un cúter afilado y esterilizado. Limpia las herramientas con alcohol para evitar la introducción de más patógenos.
  3. Realiza un corte limpio: corta las partes enfermas del cactus, asegurándote de hacer un corte limpio y en ángulo para que el agua no se acumule en la herida. Elimina toda la zona afectada, incluso si implica cortar más de lo visible, ya que las enfermedades pueden extenderse por el interior del tejido del cactus.
  4. Deja secar la herida: tras el corte, es fundamental dejar que la herida se seque y cicatrice. Coloca el cactus en un lugar seco y cálido, evitando el riego durante una semana para permitir que la zona cortada se seque por completo y evitar que se infecte con humedad.

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