A todos nos gusta, en los días más calurosos de verano, refugiarnos bajo los árboles que dan sombra. Por esa razón es importante conocer algunos árboles con sombra de hoja perenne, ya sean pequeños o grandes, para encontrar el perfecto para nuestro jardín. También resaltaremos cuáles son los de crecimiento rápido y con poca raíz, perfectos para la piscina.

Sigue leyendo en Amigos de la Jardinería para conocer una pequeña muestra de árboles que dan buena sombra para plantar en tu jardín y poder disfrutar bien fresco de los días en los que el sol más aprieta.

¿Cómo saber la edad de un árbol? Te explicamos un método fiable que no necesita ningún tipo de corte en Amigos de la Jardinería.

1. Pino piñonero

El pino piñonero es un árbol que tiene una sombra perfecta en su etapa adulta. Su copa en forma de parasol y la disposición de sus ramas hacen que la copa del pino piñonero sea muy frondosa. Es típico de las zonas mediterráneas, especialmente en la península Ibérica. Es fácil de distinguir por su corteza rojiza en su capa interna y en la mas externa grisácea, sus hojas tienen forma de aguja.

El fruto del pino piñonero es la piña de la que se sacan los deliciosos y cotizados piñones. Puede alcanzar una altura de hasta 30 metros y su crecimiento es lento. Es un árbol de hoja perenne, no obstante tendremos que ir barriendo las hojas secas que va perdiendo. El pino piñonero es resistente a las heladas, a la sequía y crece en casi cualquier tipo de terreno, lo único que él nos pide es mucha luz. El principal enemigo del pino es la oruga procesionaria.

2. Jacaranda

La jacaranda mimosifolia, también conocida como palisandro o tarco, es un precioso árbol que nos proporcionará una sombra exquisita, además de decorar el jardín con magníficas flores de color azul o lila, las cuales podremos disfrutar dos veces al año: una en primavera y otra en otoño.

Es originaria de Brasil, el norte de Argentina y Paraguay y suele medir entre 8 y 10 metros de altura aunque existen ejemplares de hasta 25 metros, su crecimiento es bastante rápido y se adaptan a casi todos los tipos de suelo. Sus hojas son perennes o semi-caducas, pues las pierde cuando hiela. Éstas están divididas en hojuelas y aunque el palisandro no destaque por una gran ramificación ni por la regularidad de su copa, sus hojas hacen posible su agradable sombra.

El mantenimiento es casi nulo, solo tendremos que barrer flores y hojas de vez en cuando. Sólo necesitará un clima suave y muchísimo sol, ya que contra más tenga, mas florecerá. La madera es muy apreciada en ebanistería gracias a su tono rosado. También lo es en jardinería urbana gracias a su resistencia a la contaminación y su escaso mantenimiento.

3. Flamboyant

El delonix regia, flamboyant o árbol de la llama, es endémico de Madagascar aunque en su hábitat natural se encuentra en peligro de extinción, debido de la destrucción de el entorno. Del flamboyant destaca principalmente su maravillosa floración, pues sus grandes flores de color rojo llaman mucho la atención, aunque existen muchas variedades de diferentes colores.

Su copa en forma de paraguas y su denso follaje hace que cuando el árbol es adulto la sombra que proyecta sea idónea. Suele medir entre 8 y 12 metros de altura y sus raíces requieren un gran espacio. También puede llegar a secar plantas o hierbas muy cercanas al árbol,  lo que es conocido como alelopatía.

El árbol de la llama necesita mucho sol para una floración abundante y un buen crecimiento, además de una temperatura suave ya que no tolera demasiado bien el frío, sobretodo en su etapa joven. También el frío juega un papel importante ya que de él depende la caída de sus hojas, lo que hace que dependiendo de la temperatura, el flamboyant sea caduco o perenne.

En verano debemos regarlo un par de veces por semana si las temperaturas superan los 30 grados. Tanto la corteza como la flor del árbol de la llama tienen propiedades medicinales ya que alivia el reuma y ayuda a solucionar problemas respiratorios.

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4. Almez

El celtis australis o almez es un árbol caducifolio originario de las zonas mediterráneas. Sus hojas son dentadas, color verde oscuro. Suelen alcanzar hasta los 20 – 25 metros de altura y su copa es redondeada y muy frondosa. Las ramas son gruesas, al igual que el tronco de textura lisa y color grisáceo. El almez es muy robusto y resistente a la contaminación y a la sequía pero no tolera demasiado el frío.

Debemos situarlo en una parte muy soleada, ya que de eso desprenderá que tenga un buen crecimiento y desarrollo. Gracias a su porte y a la grande y frondosa copa, el almez es un árbol perfecto para proporcionarnos la deseada sombra en el jardín. El almez produce un fruto llamado liton, es pequeño de color negro y tiene un dulce sabor con el cual se fabrican mermeladas, además también posee propiedades medicinales.

Existen ejemplares de hasta 600 años y entre los campesinos catalanes existía la tradición de plantar un almez cuando nacía el primogénito de la familia. Gracias a su básico mantenimiento y a la poca predisposición a contraer parásitos o enfermedades hacen del celtis australis un árbol muy utilizado en jardinería urbana.

5. Morera

La morera o morera blanca  es un árbol de hoja caduca que tiene un porte medio suele medir entre 12 y 18 metros de altura, es originario del este de Asia. Es muy resistente y que se adapta a casi cualquier tipo de temperatura, de ahí que se pueda encontrar en distintos lugares del mundo. Las grandes y verdes hojas y la compacta y poblada copa hacen de la morera una buena candidata para refugiarnos del sol en una fresca sombra.

El sencillo mantenimiento, las pocas plagas y la resistencia a la sequía la hacen estar presente en paseos y avenidas de muchas ciudades. La ubicación en la que deberemos poner a nuestra morera será en un sitio soleado o semisombrío. A parte de sus frutos que atraen a muchos tipos de aves a alimentarse, la morera es conocida por que es el alimento principal de los gusanos de seda, además de su corteza se elaboran fibras textiles.

6. Falso pimentero

De origen sudamericano, el falso pimentero es un árbol magnifico por su belleza. Su porte llorón hace de él un árbol perfecto si buscamos una buena sombra, aunque debemos tener mucho espacio para plantarlo y tener cuidado, porque sus raíces buscan el agua rompiendo alcantarillas y cisternas.

El falso pimentero puede alcanzar hasta los 30 metros de altura aunque normal mente la media está entre los 8 y los 15 metros. Es de hoja perenne parecida a la de un helecho, su tronco es rugoso y agrietado de color pardo su fruto son como granos de pimienta, de ahí su nombre sus frutos se les conoce como pimienta rosa. Es resistente al calor y se adapta a todo tipo de suelos. En muchos lugares del mundo, el falso pimentero es considerado una especie invasora, ya que desplaza a la flora autóctona y a su vez a la fauna.

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