Cada vez más personas desean tener una planta de clavel pues ofrece una bonita y duradera floración, además de un agradable aroma, en algunos casos. No obstante, las clavelinas en maceta requieren ciertos cuidados para mantenerse sanas y fuertes. ¿Quieres saber cómo cuidar claveles? Descubre en Amigos de la Jardinería las peculiaridades de los distintos tipos de claveles que existen, el riego, la ubicación o cómo podar los claveles secos entre muchas otras curiosidades.

Características del clavel

Denominamos claveles o clavelinas a las plantas pertenecientes al género Dianthus, que cuenta actualmente con más de 300 especies reconocidas, endémicas en su mayoría de Europa y Asia. Las plantas de este género pueden ser herbáceas o arbustivas y, de forma general, son perennes.

El clavel forma matas muy densas de tallos firmes, con hojas lineales y una flor terminal, que puede poseer entre 20 y 30 pétalos, generalmente, pudiendo variar según la especie. Estos pétalos pueden mostrar ondas o estar dentados, así mismo, suelen ser blancos, amarillos, rojos, rosas y hasta mixtos. La floración puede producirse durante todo el año.

Tipos de claveles

Ahora ya sabemos cuál es el origen del clavel y que existen diversas variedades, sin embargo, ¿cuáles son las más populares en la jardinería o en interiores? Son las siguientes:

  • Clavel común (Dianthus caryophyllus): es endémica de la zona mediterránea y puede alcanzar entre 40 y 60 cm. de altura. Florece en primavera y verano. Sus flores son rojas, rosadas, salmón, blancas, amarillas y bicolores. Se utiliza comúnmente para elaborar arreglos florales, aunque también como planta de interior.
  • Clavel del poeta (Dianthus barbatus): se extiende a lo largo del sur de Europa y zonas de Asia. Mide entre 20 y 90 cm. de altura. Las flores pueden ser rojas, rosas, blancas, púrpuras o bicolores. Es muy común su uso como planta ornamental para el jardín, por su resistencia, aunque también se pueden tener estas clavelinas en maceta.
  • Clavel Chino (Dianthus chinensis): suele ser más pequeña que las anteriores. Alcanza entre 30 y 50 cm. de altura. Podemos encontrarla en China, Corea, Mongolia y Rusia. Las flores pueden ser rojas, blancas o rosadas y se desarrolla estupendamente en exteriores.

Ubicación de la planta de clavel

Independientemente de la especie elegida, podemos colocar nuestros claveles en una terraza o jardín, sin embargo, es importante señalar que estas plantas deben mantenerse entre los 8ºC y los 35ºC. Por debajo de esta temperatura pueden soportar hasta los -3ºC sin helarse y, por encima, es muy probable que se produzcan daños irreversibles. En cualquier caso, hablamos de una planta que requiere luz solar para desarrollarse por lo que debemos asegurarnos que reciba entre 6 y 7 horas de sol al día.

¿Cómo trasplantar claveles?

Una vez adquirida, lo más probable es que queramos trasplantar los claveles a una maceta de mayor tamaño, para que se desarrolle plenamente y crezca fuerte y vigorosa. Esta planta prefiere un sustrato arenoso, sin embargo, cualquier sustrato universal de calidad nos servirá.

Colocaremos en el fondo de la nueva maceta pequeñas piedras o grava, para evitar el encharcamiento, pues la planta de claveles necesita un suelo bien drenado, sin excesos de agua o humedad. Ya para terminar, podemos favorecer el desarrollo de la planta con una capa gruesa de abono.

Frecuencia de riego de los claveles

Uno de los aspectos más importantes acerca de cómo cuidar claveles es el riego. Debemos saber que esta planta demanda agua, por lo que en verano la regaremos entre 3 y 4 veces a la semana. Aprovecharemos las horas más frescas del día para hacerlo, por ejemplo al atardecer. Ya en invierno, el riego de los claveles debe ser más moderado, por lo que regaremos la planta únicamente entre 1 y 2 veces a la semana.

¿Cuándo y cómo podar claveles?

Otro de los aspectos importantes acerca de cómo cuidar claveles es la poda, que debe realizarse preferiblemente en los meses de primavera. En este momento realizaremos lo que se conoce como «poda de rejuvenecimiento» que consiste en cortar los tallos con flor por el cuarto o quinto nudo, eso nos ayudará a que los nuevos tallos crezcan con fuerza.

De forma succesiva cortaremos las flores y las hojas por la parte superior para que se produzcan nuevos tallos. Eso sí, utilizaremos siempre unas tijeras bien limpias para podar, especialmente si las utilizamos para distintas plantas.

La reproducción de los claveles

Podemos llevar a cabo la reproducción de los claveles por esquejes o mediante la semilla. En el primer caso elegiremos los meses de primavera para cortar un tallo vigoroso cerca de la base. Eliminaremos las hojas de la base y realizaremos un corte recto por la parte superior. La idea es que la savia se concentre en el tallo. Después cortaremos cerca de un nudo vegetativo, mojaremos el tallo en hormona de enraizamiento y plantaremos directamente en el sustrato.

Si hace mucho frío cubriremos la maceta con una bolsa de plástico o similar, haciendo unos agujeros para que la planta pueda respirar. En aproximadamente 20 días observaremos que el tallo empieza a enraizar.

Plagas y enfermedades del clavel

Si nos esforzamos por ofrecer unos buenos cuidados y aplicamos de forma periódica un insecticida ecológico, es probable que nuestra planta se mantenga sana durante mucho tiempo, aún así, es importante saber que puede verse afectada por algunas plagas, como caracoles y babosas o las plagas de pulgones principalmente. También pueden producirse infecciones por hongos o virus.

Flor de claveles

El significado del clavel está estrechamente relacionado con el amor, aunque varía ligeramente según el color. Así, los colores rojos y rosas simbolizan un amor profundo y sincero, mientras que el color blanco transmite inocencia, pureza y honestidad. Por su parte, el violeta es un color vibrante lleno de energía y emoción.