¿Te has preguntado alguna vez cuál es la función de las hojas en las plantas? ¿Qué utilidad tienen las flores y cómo repercuten en el ecosistema? En Amigos de la Jardinería, estamos aquí para responder esas preguntas. Entender las diferentes partes de una planta y sus funciones es fundamental para comprender cómo las plantas crecen, se desarrollan y contribuyen al equilibrio de los ecosistemas.

En este artículo, vamos a adentrarnos en el mundo de las plantas de una manera simple y accesible, ideal para niños de primaria y cualquier persona interesada en aprender más sobre la naturaleza que nos rodea. Exploraremos las raíces, tallos, hojas, flores, frutos y semillas, desglosando cada una de estas partes y explicando cómo trabajan juntas para mantener la vida en la tierra. ¡Acompáñanos y descubre todo acerca de las partes de las plantas y sus funciones!

Las funciones vitales de las plantas

Las plantas, al igual que otros seres vivos, desempeñan funciones vitales para su supervivencia y contribuyen de manera significativa al equilibrio del ecosistema. Estas funciones incluyen la nutrición, la reproducción, y la interacción con el entorno.

  1. Nutrición: son seres autótrofos, lo que significa que pueden fabricar su propio alimento. A través del proceso de fotosíntesis, las plantas utilizan la luz del sol para convertir el dióxido de carbono del aire y el agua del suelo en carbohidratos, liberando oxígeno como subproducto. Este proceso es fundamental para la vida en la Tierra, ya que proporciona la base de la cadena alimentaria y es una fuente importante de oxígeno atmosférico.
  2. Relación con el medio ambiente: están altamente adaptadas para interactuar con su entorno. Sus hojas, por ejemplo, están diseñadas para capturar la luz solar necesaria para la fotosíntesis, mientras que sus raíces absorben agua y nutrientes del suelo. Además, las plantas pueden regular la pérdida de agua a través de la transpiración y pueden responder a estímulos ambientales, como la luz y la temperatura.
  3. Reproducción: tienen una variedad de estrategias reproductivas, que incluyen la reproducción sexual y asexual. La reproducción sexual implica la formación de semillas a través de la polinización, que puede ocurrir mediante el viento, el agua, o animales como insectos y pájaros. La reproducción asexual, por otro lado, implica la generación de nuevas plantas a partir de partes vegetativas, como esquejes o bulbos.
  4. Interacción con otros organismos: Las plantas interactúan con una variedad de organismos en su entorno. Algunas plantas dependen de la polinización por insectos u otros animales para reproducirse, mientras que otras forman asociaciones simbióticas con hongos en las raíces para aumentar la absorción de nutrientes del suelo. Además, las plantas pueden actuar como refugio y fuente de alimento para una variedad de animales, desde insectos hasta mamíferos.

Las partes de las plantas y sus funciones vitales

Empezaremos diferenciando dos zonas de la planta: la zona aérea o sistema de brotes y el sistema de raíces, que puede ser o no subterránea.

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El sistema de brotes

Los brotes son una parte vital de la anatomía de las plantas, desempeñando un papel fundamental en su crecimiento, desarrollo y reproducción. Estas estructuras, que emergen del tallo principal o de las ramas, pueden variar en forma y función según la especie de planta y su entorno.

1. Raíz

En la parte subterránea se encuentran las raíces, las cuales tienen cuatro partes: la cofia se encuentra en la parte más profunda y su función es proteger la punta de la raíz. La zona de ramificación es la más gruesa y de ella brotan las raíces secundarias, su función básica es la sujeción de la planta (o el árbol) a la tierra, pero también reservan energía.

La zona pelífera destaca por poseer vellosidades, como pequeños pelos, encargados de absorber los nutrientes, como el agua y los minerales. El cuello se encuentra en la parte más superficial, en el punto de unión entre la raíz y el tallo.

2. Tallo

El tallo forma parte de la parte aérea de la planta. En muchas de las plantas podemos diferenciar las diversas partes que forman el tallo, del cuál brotan a su vez las hojas y los frutos. Los brotes nacen de los nudos vegetativos y de las yemas axilares.

La zona que transcurre entre los nudos vegetativos se conoce como entrenudos. Por último, en la parte más alta de la planta, encontramos la yema terminal, que en muchas plantas brota en forma de flor.

El tallo se encarga principalmente de sujetar la parte aérea de la planta, pero también transporta los nutrientes obtenidos a través de las raíces y otras sustancias que se fabrican en las hojas, producto de la fotosíntesis.

3. Hojas

Las hojas tienen la función de realizar la fotosíntesis. Se trata de un proceso en el que se lleva a cabo transformación de los nutrientes obtenidos de forma inorgánica para transformarlos en nutrientes asimilables para distintos seres vivos, por ejemplo en glúcidos. También se encargan de evaporar el exceso de agua.

La hoja consta de las siguientes partes: el haz es la parte superior de la hoja y el envés la parte contraria al haz. La totalidad de la superficie de la hoja se llama limbo. También en multitud de hojas podemos observar a simple vista los nervios. Tampoco podemos olvidarnos de la parte que une la hoja con el tallo, esta se denomina pecíolo.

4. Flor

Las flores crecen en el extremo del tallo o en las ramificaciones , y son las encargadas de la reproducción de la planta. Existen diferentes estrategias de reproducción y a raíz de ello encontramos dos tipos de flores: las unisexuales, de un solo sexo, y las hermafroditas, que tienen ambos.

Las flores destacan normalmente por encima de otros elementos de las plantas por ese motivo una de sus formas mas habituales de reproducción es atraer a los animales para que estos repartan el polen y polinicen a otras plantas y arboles.

Las flores tienen varias partes: los sépalos que protegen la flor cuando esta todavía es inmadura, los pétalos que sirven para proteger los órganos internos cuando la flor ya es madura, los estambres que son los encargados de la fabricación del polen, y el pistilo que en su interior contiene el ovulo, este puede acabar convirtiéndose en un fruto.

6. Fruto

El fruto es una de las partes más importantes de la planta y desempeña múltiples funciones vitales en su ciclo de vida. Funciona como la estructura de protección y dispersión de las semillas, que son esenciales para la reproducción y supervivencia de la especie. Una vez que la flor ha sido polinizada con éxito, el ovario de la flor se desarrolla y se convierte en el fruto.

El fruto protege las semillas en su interior, proporcionándoles un ambiente favorable para su desarrollo y germinación. Además, el fruto atrae a los animales que ayudan en la dispersión de las semillas, ya sea comiéndolas y luego excretándolas en un lugar distante, o transportándolas adheridas a su cuerpo. Esta dispersión ayuda a las plantas a colonizar nuevos territorios y a aumentar su alcance geográfico.

Los frutos pueden presentar una gran diversidad en cuanto a tamaño, forma, color y sabor, adaptándose a las necesidades específicas de cada especie y al medio ambiente en el que se desarrollan. Algunos frutos son carnosos y jugosos, como las manzanas o las bayas, mientras que otros son secos y fibrosos, como los cacahuetes o los granos de cereal.

7. Semillas

Las semillas son la forma en que las plantas se reproducen, permitiéndoles expandirse y colonizar nuevos territorios. Son estructuras biológicas que contienen el embrión de una nueva planta, protegido por una cubierta externa resistente. Cuando las condiciones ambientales son favorables, las semillas germinan, dando lugar a la aparición de una plántula que eventualmente crecerá y se desarrollará en una planta adulta.

Existen diversos tipos de semillas, que se clasifican según su forma de dispersión. Algunas son dispersadas por el viento, como las de los árboles frutales; otras son transportadas por animales, como las semillas pegajosas que se adhieren al pelaje o plumaje de los animales; algunas caen al suelo y son enterradas por roedores, insectos o incluso por la propia acción del viento y la lluvia.

Las semillas contienen todos los nutrientes necesarios para que el embrión germine y comience a crecer. Además, poseen mecanismos de protección que les permiten resistir condiciones adversas, como la desecación, el frío extremo o la falta de oxígeno. Algunas semillas pueden permanecer latentes durante largos períodos de tiempo, hasta que las condiciones ambientales sean las adecuadas para su germinación.

El sistema de raíz

El sistema de raíces es el fundamento de la anatomía de las plantas, ya que proporciona soporte estructural, absorción de nutrientes y estabilidad. Estas estructuras, que a menudo pasan desapercibidas, son esenciales para el crecimiento y la supervivencia de las plantas en su entorno natural. Desde las raíces principales que se hunden profundamente en el suelo hasta las raíces laterales que se ramifican en todas direcciones, el sistema de raíces desempeña un papel crítico en la captación de agua y nutrientes, así como en la fijación de la planta al suelo.

Está compuesto por varias partes especializadas:

  1. Raíces principales: son las raíces primarias que se originan del embrión de la planta y crecen hacia abajo en busca de agua y nutrientes en el suelo. Son responsables de la penetración profunda en el suelo y proporcionan estabilidad estructural a la planta.
  2. Raíces secundarias: conocidas como raíces laterales, estas ramificaciones se desarrollan a partir de las raíces principales y se extienden lateralmente en todas direcciones. Son responsables de aumentar la superficie de absorción de la planta y facilitar la captación de agua y minerales del suelo.
  3. Pelos radicales: extensiones microscópicas de las raíces principales y secundarias, responsables de aumentar aún más la superficie de absorción de la planta. Estos «pelos» radicales están en contacto directo con las partículas del suelo y absorben activamente agua y nutrientes.
  4. Cofia: es una estructura protectora que cubre la punta de las raíces en crecimiento. Ayuda a lubricar la raíz a medida que penetra en el suelo y protege el tejido en crecimiento de daños mecánicos.
  5. Zona de ramificación: ubicada cerca del extremo de las raíces principales y es donde se originan las raíces secundarias. Es una zona de actividad celular intensa donde se produce el crecimiento y la ramificación de las raíces.
  6. Zona de absorción: donde se encuentran los pelos radicales y se produce la absorción activa de agua y nutrientes del suelo. Es una parte crucial del sistema de raíces donde tiene lugar la mayor parte del intercambio de nutrientes entre la planta y el suelo.
  7. Zona de diferenciación: Esta región se encuentra más arriba en la raíz y es donde se desarrollan los tejidos especializados, como el xilema y el floema, que transportan agua y nutrientes desde las raíces hasta el resto de la planta.

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