Buganvilla es, en realidad, es el nombre que utilizamos para todas las especies del género Bougainvillea. Hablamos de una planta especialmente apreciada por su exhuberante floración, generalmente utilizada en jardines, aunque cada vez más popular en terrazas y patios interiores, también muy popular por su adaptabilidad. Si tienes una buganvilla o estás valorando colocar una en tu hogar, en Amigos de la Jardinería te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre cómo cuidar la buganvilla.

¿Sabes qué tipos de buganvillas existen? ¿Cuál tienes tú?

Existen más de 300 especies de buganvilla y, aunque comparten la mayoría de cuidados que mencionaremos a continuación, es probable que existan ligeras variaciones entre ellas. Conocer la especie exacta de buganvilla que tienes o que pretendes colocar en tu jardín es fundamental para garantizar el éxito de su adaptación y desarrollo.

Veamos cuáles son las especies de buganvillas más populares:

  1. Buganvilla común (Bougainvillea spectabilis): brácteas en colores muy vibrantes y llamativos, como rosa, rojo y morado. Es idónea para climas cálidos y mediterráneos. Es especialmente resistente y versátil.
  2. Buganvilla brasileña (Bougainvillea glabra): brácteas en colores más suaves, como rosa pálido y blanco. Esta especie es adecuada para climas especialmente cálidos y localizaciones con muchas horas de sol. Atrae mariposas y colibríes.
  3. Buganvilla híbrida (Bougainvillea x buttiana): esta especie nos ofrece colores poco habituales, como naranja, aunque también el magenta. Es muy adaptable, ya que se puede ubicar en distintos tipos de clima, siendo la más adecuada para países con inviernos fríos.
  4. Buganvilla peruana (Bougainvillea peruviana): en este caso nos encontramos con una buganvilla de colores igualmente intensos, como rojo y morado. A diferencia de la anterior, es idónea para climas muy secos y cálidos. Destaca por su rápido crecimiento.
  5. Buganvilla «Alexandra» (Bougainvillea spectabilis «Alexandra»): cerramos las cinco especies de buganvilla más populares con la Alexandra, que nos ofrece brácteas de colores rosa y fúcsia. Se adapta a distintos climas exteriores y es muy fácil de cuidar.

Conociendo a la buganvilla: así se desarrolla de forma natural

La buganvilla se expande originariamente en regiones troplicales y subtroplicales de latinoamérica, incluyendo Argentina, Perú, Paraguay o Brasil entre otros. Conocer su entorno endémico es clave para saber cómo cuidar la buganvilla de forma adecuada.

Los ecosistemas troplicales y subtropicales tienen un rango de temperatura de entre 30ºC y 10ºC, por ello, hablamos de veranos especialmente cálidos y de inviernos suaves. En su hábitat natural se extienden en zonas de luz solar abundante, lo que activa la producción de brácteas.

Crece sobre sustratos ricos y fértiles, bien drenados, buscando el apoyo de otras plantas para elevarse y buscar la luz solar. Además, depende en gran medida de insectos polinizadores, fundamental para promover su reproducción.

Cómo cuidar una buganvilla: guía imprescindible para principiantes

1. Ubicación, ¿dónde poner una buganvilla?

La localización es clave para garantizar que nuestra buganvilla se adapta a su nuevo entorno. Teniendo en cuenta que la buganvilla es trepadora, puede ser adecuado colocarla con el objetivo de cubrir una valla o un muro, es decir, que tenga una superficie sobre la que reposar y seguir creciendo.

¿La buganvilla es de sol o sombra? Como hemos visto anteriormente en el repaso de sus condiciones en estado natural, la buganvilla debe recibir una buena dosis de luz solar diaria, así pues, la zona a elegir deberá contar con al menos unas 6 horas de sol al día. Evita zonas de semisombra o sombra completa, puesto que perjudicarás su floración.

Recuerda que podemos tener la buganvilla en maceta exterior en el balcón o bien situarla en el suelo de un jardín. Veamos a continuación más detalles sobre el sustrato.

2. Eligiendo un buen sustratato para buganvilla

La buganvilla necesita un suelo bien drenado y ligeramente ácido, alrededor de 6.0 y 6.5 pH, para absorber correctamente los micronutrientes esenciales. Garantizar un correcto pH es fundamental para un buen desarrollo y una floración saludable.

En líneas generales, en el momento de plantar o trasplantar a una maceta más grande, debemos enriquecer el sustrato con compost y remover ligeramente para asegurar que la tierra está suelta y no se encharca.

Recordemos que la buganvilla es una planta trepadora, por lo que si temporalmente no va a reposar sobre ninguna otra planta o superficie, podemos comprar un tutor para la buganvilla. La mejor época para hacerlo es cuando la planta se encuentra en reposo, por ejemplo a finales de invierno. ¿Cómo guiar una buganvilla? Simplemente elegiremos las ramas principales y las ataremos o dirigiremos sin dañarla, en los puntos clave del tutor.

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Foto de Fuji Nakama en Unsplash

3. Regar una buganvilla: frecuencia según época y localización

El riego es un aspecto imprescindible para que nuestra buganvilla se desarrolle correctamente y, es fundamental comprender, que variará dependiendo de la época del año.

Durante los meses de desarrollo y más calor, es decir, primavera y verano, será fundamental regar regularmente, por ejemplo entre una y tres veces por semana. Antes de hacerlo, comprueba que el suelo está realmente seco con el dedo o la ayuda de un tutor pequeño, de lo contrario podrás provocar la pudrición de las raíces. Ya en otoño e invierno, espaciaremos el riego a una vez por semana o cada quince días.

Ajustaremos la rutina de riego fijándonos en las necesidades especiales de la planta en la época concreta y en el entorno concreto en el que se encuentra.

4. ¿Cuándo y cómo podar la buganvilla?

La poda de la buganvilla es imprescindible para controlar el crecimiento y dar fuerza a los tallos que nos interesa desarrolla. Realizaremos este proceso una vez al año, entre invierno y primavera, antes de que empiece el crecimiento activo de esta planta.

Aprovecharemos esta rutina para cortar ramas muertas y dañadas, pero también para darle la forma deseada a la planta. Recuerda utilizar una tijera limpia (puedes utilizar alcohol etílico para limpiarla previamente) y hacer cortes limpios.

5. Abonado y fertilizante: ¡imprescindible para la floración de la buganvilla!

Otro aspecto clave es la nutrición de la buganvilla. Como has visto en el apartado de sustrato, de ello depende la floración de la planta. Puedes abonar o fertilizar la buganvilla de forma recurrente durante la primavera y el verano, un proceso continuado de unas 4 o 6 semanas.

Es muy importante que elijas un producto de calidad y que sigas las instrucciones del fabricante en cuanto a proporciones, forma de aplicación y precaucaciones. Un exceso de fertilizante puede provocar quemaduras graves e incluso la muerte de la planta. Es imprescindible tomar ciertas precauciones en este proceso.

Precio de la buganvilla por país

El precio de la buganvilla dependerá del tipo de comercio (tienda o garden) así como la etapa y tamaño de la planta (pequeña, mediana y adulta) pero de forma general, estos son los rangos de precio que podemos encontrar en los distintos países:

  • España: entre 20 y 100 euros
  • México: entre 100 y 1.500 pesos mexicanos
  • Argentina: entre 500 y 5.000 pesos argentinos
  • Chile: entre 5.000 y 40.000 pesos chilenos
  • Colombia: 20.000 y 200.000 pesos colombianos

Recuerda que el rango de precios engloba desde la planta más pequeña a un ejemplar ya adulto y bien desarrollado.