Los pensamientos (Viola × wittrockiana) son plantas ornamentales de exterior. Su cultivo es bianual y ofrecen una laga floración durante los meses de invierno, de ahí que sean especialmente apreciadas como plantas para terrazas o en el jardín. En Amigos de la Jardinería hablaremos de los cuidados de los pensamientos, la planta de invierno con flor por excelencia.
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Planta pensamiento o Viola × wittrockiana
Los pensamientos son plantas de temporada, híbridos desarrollados desde el siglo XIX a partir de violas silvestres. En la jardinería ornamental suelen colocarse en cestas colgantes, jardineras o macetas de patio, también en jardines de roca, y su decoración se ha extendido enormemente hasta ambientes urbanos.
Podemos sembrar o comprar el pensamiento ya desarrollado, en cualquier caso, nos ofrecerá a lo largo de otoño e invierno una planta muy resistente, con una floración prolongada. Ahora bien, es necesario tener en cuenta algunos de los principales cuidados de los pensamientos si queremos tener éxito en su cultivo y mantenimiento. ¡Vamos allá!
La planta pensamiento y sus cuidados
La época idónea para sembrar nuestros pensamientos será en verano (junio, julio o agosto) y, en este sentido, será fundamental elegir un tipo de sustrato orgánico. Nosotros aconsejamos una mezcla de estiércol, turba y compost. Esta mezcla le aportará todos los nutrientes necesarios, además de garantizar un buen drenaje. Especialmente durante el crecimiento de la planta, la situaremos en interior, ya que en esta etapa es algo sensible.
Previamente al trasplante, será recomendable fertilizar los pensamientos, de esta forma estimularemos una buena floración.
Una vez desarrollada podremos colocarla en la maceta, jardinera o en nuestro jardín ornamental. Elegiremos preferiblemente una zona de semisombra. Podemos colocar una capa de corteza triturada o compost para reducir malas hierbas y retener la humedad del suelo.
Una vez trasplantada, regaremos nuestra planta pensamiento de forma diaria durante, al menos, dos semanas. Después pasaremos a regar entre 2 y 3 veces a la semana, dependiendo del tipo de sustrato y de la retención de humedad que tenga. Cada variedad tiene necesidades concretas, haz un seguimiento regular de su estado. Para prevenir la aparición de hongos, plagas y otras enfermedades es preferible no mojar las flores y el follaje, sino regar únicamente de la base al suelo.
En el momento en el que las flores empiecen a marchitarse las podaremos, de esta forma lograremos que la energía de la planta se concentre en el tallo.
A pesar de encontrarnos ante una planta de temporada, bajo las condiciones adecuadas y con cuidados óptimos, algunas variedades pueden cultivarse de forma perenne. En estos casos, ¿cómo cuidar las plantas pensamientos en verano? Será imprescindible evitar evitar un exceso de luz solar y calor, ya que nos encontramos ante una planta que prefiere el frío y la humedad. Podemos valorar su reubicación. Otro aspecto importante será aumentar la frecuencia del riego y garantizar que el sustrato tenga la humedad adecuada, siempre sin encharcar.
Flor de pensamiento
Ahora ya lo sabes todo sobre los pensamientos en flor y sus cuidados. Pero antes de terminar, hablaremos en concreto de la flor del pensamiento, que podemos encontrar de color blanco, amarillo, naranja, rojo, morado, azul y hasta bicolor.
Es especialmente delicada y por ello forma parte de nuestra lista de las mejores plantas para regalar.
Y un último detalle sobre la flor de pensamiento, ¿cuál es su significado? Suele relacionarse con la nostalgia y el recuerdo de una persona amada, siendo especialmente popular en la poesía romántica de la literatura inglesa.