El cultivo de la alcachofa es es relativamente sencillo y fácil de llevar a cabo para un jardinero principiante, no obstante, puede ocurrir que empiece a mostrar algunos problemas de salud si nos excedemos en el tiempo de su cultivo. Lo ideal es dejar pasar entre 4 y 5 años antes de plantar alcachofas en el mismo lugar para prevenir enfermedades en el suelo y es que la alcachofa agota el terreno en la que se cultiva.

En Amigos de la Jardinería te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre plagas y enfermedades de la alcachofa:

Enfermedades que afectan a la hoja de la alcachofa

Mildiu de las compuestas

Esta enfermedad es también conocida como «blanca» o «mildiu velloso» y está provocada por la aparición del hongo Bremia lactuacae. Al inicio podemos observar manchas blancas y pardas en las hojas y a la larga empezaremos a ver un «pelo» o velo blanquecino en el envés de las hojas.

Este hongo se desarrolla especialmente bien en ambientes húmedos, aunque un simple chubasco puede bastar para que empiece a reproducirse. El desarrollo de esta enfermedad es muy rápido, por ello tendremos que tratarla cuanto antes, mediante un fungicida natural

Viruela de la alcachofa

La viruela de la alcachofa, Ramularia cynarae Sacc., es también conocida como «enfermedad de las hojas» y es precisamente en las hojas donde se empieza a observar la aparición de manchas negras, que a la larga acaban cubriendo toda la superficie de la hoja y secándola.

No olvidemos que las manchas también pueden ser de color grisáceo, eso sí, siempre serán de forma angulosa. Para tratar este problema se deben cortar y quemar las hojas afectadas, aunque en ocasiones se debe ir más allá y quemar también los pies de la planta. Eso dependerá de si la enfermedad ha avanzado mucho o poco.  En los casos más leves podremos tratarla directamente con un fungicida natural, como en el caso anterior. 

Enfermedades de los capítulos de la alcachofa

Mancha negra

Esta enfermedad está causada por el hongo Ascochyta hortorum y suele ser una dolencia que afecta a las plantas afectadas por el Mildiu, una de las enfermedades que hemos mencionado anteriormente. Se pueden apreciar unas manchas translúcidas, que luego pasan a ser de color negro, en el extremo de las brácteas, las hojas y finalmente el tallo. Este hongo suele desarrollarse bien en climas suaves y húmedos y debe tratarse con fungicidas naturales

Botrytis o moho gris

El moho gris no afecta únicamente a las alcachofas, el hongo Botrytis cinerea afecta a un gran número de hortalizas y frutos. Se manifiesta con el exceso de humedad, especialmente el que acumula el riego o las horas del rocío provocando una capa vellosa-algodonosa de color gris con manchas negras muy característica. Al principio se desarrolla en la base delas brácteas volviéndolas pardas y blandas. Lo ideal en este caso es tratar con fungicidas de alto espectro

Grasa o pudrición de las infloresencias

Esta enfermedad está causada por la bacteria Xanthomonas cynarae y se suele caracterizar por la aparición de manchas amarillas, translúcidas y grasientas en las brácteas, que más adelante provocarán la pudrición de del capítulo si no se trata. Esta bacteria suele aparecer cuando existen heridas o un desprendimiento de la epidermis (tras una tormenta de granizo, por ejemplo). Al no existir un tratamiento específico contra esta bacteria, lo más indicado será cortar y quemar los capítulos afectados desde la aparición de los primeros síntomas.

Oidio y oidiopsis

El oidio está provocado por la Leveillula taurica, de carácter grave, que empieza provocando un pelo blanco y que afecta al desecamiento de las hojas. El oidiopsis está provocado por la Erysishae chicoracearum y también provoca desecamiento de la planta. Ambos hongos patógenos se deben tratar con fungicidas en primavera y verano.   

Parásitos y otras enfermedades de la alcachofa

  • Barrenador de la alcachofa: se trata de las larvas de una especie de mariposa (Hydroecia xanthenes Germ.), que mordisquean la planta creando pequeñas galerías en los tallos. Se debe tratar con insecticidas biológicos y trabajos manuales, retirando los tallos afectados. 
  • Apión de la alcachofa: en este hablamos de larvas de la especie Apion carduorum Kirb, las cuales se alimentan de las hojas de la alcachofa. Se tratarán igualmente con insecticidas. 
  • Cassidia de la alcachofa: se trata de unos insectos de la especie Cassida defflorata Suffr. podemos identificarlo mediante la aparición de larvas espinosas que devoran la epidermis de las hojas. También lo trataremos mediante un insecticida natural.
  • Mosca de la alcachofa: la mosca de la especie Agromyza apfelbecki Strobl. es un parásito de la alcachofa muy común y crea pequeñas galerías en las hojas, debilitando la planta. 
  • Pulguillas de la alcachofa: estos insectos de la especie Sphaeroderma rubidum Graells. cuyas larvas se alimentan a partir de las hojas de la alcachofa. Se tratan con insecticidas naturales.
  • Caracoles y babosas: son voraces comedores de hojas, por lo que es muy recomendable empezar cuanto antes a eliminar caracoles y babosas sin químicos. 
  • Pulgones: la aparición de estos molestos parásitos, que terminan convirtiéndose en una auténtica plaga para la alcachofa provoca abarquillamiento de las hojas y amarillamiento. Se pueden eliminar fácilmente con una mezcla de agua (90%) y jabón (10%) que aplicaremos semanalmente hasta eliminarlo.
  • Ácaros: los ácaros son complicados de ver a primera vista pero se pueden detectar mediante el abultamiento de las hojas, manchas y amarillamiento. Se pueden tratar mediante un insecticida natural a base de ortiga o con agua macerada de cebolla y ajo, el cual se debe pulverizar por encima de tallos y hojas. 
  • Gusanos grises: la aparición de gusanos de la especie Agriotis ssp. es muy preocupante ya que las larvas de este insecto devoran el cuello de la planta, provocando su marchitamiento y posterior muerte. En este caso podemos utilizar cebos específicos para gusanos, pero también podemos pulverizar el tallo con insecticidas. 
  • Rosquilla negra: también se trata de una especie de mariposa, cuya larva ingiere vorazmente las hojas, se trata con insecticidas naturales. 
  • Rhizoctonia parda: el hongo Rhizoctonia solani está presente en el suelo y provoca lesiones pardas o rojizas huecas muy fáciles de identificar. Suelen aparecer en verano y requieren un fungicida específico.  
  • Esclerotiniosis: la Sclerotinia sclerotirum provoca pudrición acompañada de pelo blanco en la superficie de las raíces. Este hongo suele aparecer en momentos húmedos. 
  • Phytophora: el Phytophora megasperm provoca manchas vidriosas, pardeando tejidos y reblandeciendo la planta, también aparece en épocas húmedas.
  • Pudrición blanca bacteriana: este parásito oportunista de la alcachofa llamado Erwinia cartovora afecta a plantas muy dañadas, por el hielo por ejemplo, o cuando las raíces están enfermas, fundiendo los tejidos. Debemos prestar atención a este problema después del invierno, especialmente si éste ha sido suave y húmedo. 

5 consejos para prevenir las enfermedades de la alcachofa

  1. Revisa de forma regular el tallo, ambas caras de las hojas y los capítulos de las alcachofas, especialmente si el ambiente es húmedo y ligeramente temperado. 
  2. No utilices los residuos de la alcachofa para hacer tu propio abono natural ya que es una fuente de hongos, bacterias, virus e insectos. 
  3. Deja reposar el suelo después del cultivo de la alcachofa en el suelo del jardín durante 4 o 5 años, ya que es una planta que suele agotar la tierra. Si quieres seguir cultivándola apuesta por la plantación en macetas o la rotación de cultivo, así como el uso de tierra nueva y rica en nutrientes en la última zona utilizada para combatir el agotamiento que la alcachofa ocasiona.
  4. En invierno es recomendable empajar las alcachofas con una capa de paja espesa o bien aporcar removiendo la tierra, de esta forma la estaremos protegiendo contra el fío. No obstante ten cuidado con la humedad, y es que es la principal causa de aparición de los hongos o de la pudrición, en tal caso lo mejor es ventilar la paja y cambiarla por otra de nueva. 
  5. Presta atención al suelo de la alcachofa para detectar cualquier problema relacionado con los encharcamientos ya que la alcachofa necesita un suelo bien drenado. También será útil abonarlo si fuese necesario.