Sembrar césped es un procedimiento relativamente sencillo, sin embargo, será imprescindible preparar el terreno para que éste acoja convenientemente las semillas. Recuerda que es muy acertado seleccionar la semilla más apropiada teniendo en cuenta la exposición al sol, el acceso a agua o el clima que tiene nuestro jardín. En Amigos de la Jardinería te explicaremos cómo sembrar césped paso a paso con consejos útiles y sencillos de aplicar.

Tipos de césped

Existen muchos tipos de césped y debemos elegirlo teniendo en cuenta el clima, las horas de sol que va a recibir, el tipo de suelo en el que vamos a sembrarlo o el mantenimiento que podemos ofrecerle. Todos estos factores son claves para garantizar que el césped se desarrollará correctamente.

Algunos tipos de césped son:

  • Agrostis (Agrostis tenuis o Agrostis estolonifera): estas variedades son ideales para climas fríos o templados y suelen adaptarse bien a las zonas de sombra. Son resistentes, cubren estupendamente el suelo y pueden colocarse en piscinas o jardines transitados.
  • Festuca (Festuca rubra, Festuca ovina y Festuca arundinacea): estas variedades también son idóneas para climas fríos y templados. Rubra es la especie de césped más utilizada por su facilidad de mantenimiento y adaptación, aunque prefiere la semisombra.
  • Bermuda (Cynodon dactylon): de color claro e ideal para climas cálidos y tropicales, este césped resiste estupendamente el calor e incluso la sequía. Es especialmente resistente.
  • Bahía Grass (Paspalum notatum): también para climas cálidos y tropicales, esta variedad es ligeramente oscura y más gruesa que la anterior. Es resistente y se mantiene mejor en zonas de semisombra.

Semillas de césped

Podemos adquirir semillas de césped en prácticamente cualquier tipo de tienda o mercado, sin embargo, te aconsejamos acudir a un vivero, donde el profesional podrá orientarte mejor teniendo cuenta las condiciones de tu jardín y los detalles mencionados anteriormente.

¿Cómo preparar la tierra para sembrar césped?

1. Limpia el suelo

Para que tu césped pueda crecer fuerte y sano, será imprescindible retirar todas las plantas no deseadas así como malas hierbas y raíces. Todo aquello que pueda entorpecer el crecimiento del césped debe ser eliminado.

De la misma forma, no dudes en quitar piedras, ramas y otros objetos que puedan afectar negativamente a la estética de tu jardín.

Para acabar de eliminar las plantas indeseadas, te recomendamos utilizar un herbicida orgánico, aunque también puedes utilizar algún remedio casero si tu jardín es pequeño. Aplica unos litros de agua hirviendo en el terreno y no tendrás que volver a preocuparte por las posibles raíces que hayan logrado sobrevivir a la primera limpieza.

2. Trabaja el suelo mediante el labrado

Es habitual que las capas de suelo superiores pierdan nutrientes, y dejen de drenar correctamente el agua, produciendo encharcamientos. Para ello es ideal realizar una preparación previa de terreno mediante el labrado. Puedes utilizar un motocultor o una azada, según el tamaño de tu jardín.

Te recomendamos remover entre 40 y 50 centímetros de profundidad todo el suelo en el que vayas a plantar el césped. Aprovecha para realizar otras tareas que te servirán en el futuro, como la nivelación del terreno.

3. Abona el césped

Enriquecer el suelo con un abono orgánico es una buena forma de mejorar su composición y un terreno para sembrar césped. Aplicando un producto de calidad y acorde a las necesidades de nuestro suelo, lograremos que el césped crezca vigoroso.

Muchas personas adquieren directamente un abono herbicida, no obstante si has trabajado el suelo previamente no lo necesitarás. Lo que sí es recomendable es que busques uno de liberación lenta para que nutra el terreno durante varios meses.

Dependiendo del producto necesitarás una mayor o menor cantidad, pero lo habitual es cubrir todo el suelo con unos 5 o 20 centímetros de grosor. No olvides que es muy recomendable utilizar abonos naturales y orgánicos, para evitar la contaminación del suelo.

4. Mezcla y voltea el suelo

Finalmente vamos a mezclar el suelo ya labrado con el abono que hemos añadido utilizando el motocultor o la azada. Un suelo apropiado para la siembra del césped debe tener las siguientes características:

  1. La tierra debe estar bien mezclada y ser uniforme. Procura voltear bien.
  2. Para una buena siembra, el suelo debe ser mullido y aireado, con un buen drenado.
  3. Nivela todo el terreno para una estética apropiada.

¿Cómo plantar césped?

Ahora ya sabes cómo preparar la tierra para plantar césped y ha llegado el momento de empezar con la siembra. Existen máquinas sembradoras que nos permiten repartir de forma más homogénea las semillas, no obstante, también puedes sembrar césped a mano.

Deberás leer las instrucciones del fabricante para saber cómo sembrar el césped, pues cada variedad requiere un espaciado concreto. Las colocaremos a una profundad de entre 1 y 0,5 cm., posteriormente cubriremos ligeramente y pasaremos un rulo, para que esté completamente cubierto.

¿Cómo cuidar el césped?

Una vez finalizada la siembra debemos esforzarnos por mantener el suelo correctamente hidratado, realizando como mínimo dos riegos a la semana. Dejaremos que el césped crezca hasta los 10 o 15 centímetros.

No debemos cortar el césped hasta que éste haya alcanzado la longitud que hemos comentado. A partir de entonces podremos empezar a despuntarlo entre dos y tres veces. Más adelante podremos cortarlo más.

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